Y es que todo el mundo mata lo que ama. El cobarde con un beso, el valiente con una espada.

domingo, 31 de enero de 2010

¿Cuál es el objetivo de apostarlo todo?


Después de mucho meditarlo, he llegado a la conclusión de que en ésta vida somos más aquellos que nos dedicamos al juego que los que no lo hacen...

¿Y cuál es el objetivo de apostarlo todo? Me preguntaba una querida amiga el otro día entre copas y cigarrillos…

Quise poder explicárselo, y justo cuando iba a intentarlo, no pude. Por vanidad no me quedé callada y queriendo parecer inteligente, me dediqué a recitar mi monólogo de cinco minutos, que al final, ni siquiera yo entendí… En mi cabeza sólo podía rondar su pregunta…

¿Y cuál es el objetivo de apostarlo todo?

Unos días después concluí que el objetivo de apostarlo todo es simplemente eso:

APOSTARLO TODO…

¿Apostar para ganar? ¿Apostar para perder? No importa…. Lo único que sé es que para poder convertirse en un vicioso del juego, son indispensables dos cosas: una TÁCTICA y una ESTRATEGIA.

Es por eso que ahora, a ustedes jugadores, he decidido compartirles un poco de esto…

El autor, para quienes no lo conocen, era un escritor y poeta Uruguayo nacido un 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros (Uruguay). Perteneciente a la llamada Generación del 45 (que se refiere precisamente a un grupo de poetas y escritores Uruguayos que artísticamente surgieron en aquel año).

Mario Benedetti, quien apenas el 17 de mayo del año pasado dejó el mundo; era un jugador adicto; si, igual que nosotros. La diferencia es que él tenía sus dos elementos claros antes de hacer una apuesta…

Aquí les dejo:

TÁCTICA Y ESTRATEGIA de MARIO BENEDETTI

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


¿Cuál es la tuya?

sábado, 30 de enero de 2010

Caminaré...



¿Sabes lo que es ir por la calle descalzo y de pronto pisar un gran trozo de mierda?

Es una desgracia en verdad, y más cuando si en vez de ir descalzo llevas tus nuevos zapatos favoritos puestos…

I can’t take my eyes off of you…

Hoy la noche se siente como si estuviera pasando por una calle llena de mierda con mis nuevos zapatos favoritos. Llevo puestos los tacones más altos que tengo, y aún así temo manchar mis pantalones también…

¿Debería regresar por donde vine?

...o tal vez...

Deba seguir hasta el final de la calle...

¿Caminando?

...o tal vez…

Corriendo…

I can’t take my mind off of you…

Caminaré…

viernes, 29 de enero de 2010

"Son las 6 am y te quedaste dormida..."


Hoy me desperté con un sabor extraño en la boca…

Era un sabor a ti, a nostalgia y a tierra seca...

Desperté con la terrible sensación de haber olvidado algo importante; sin embargo mis brazos y piernas no me respondían adecuadamente, la cabeza me dolía y no lograba abrir los ojos del todo.

Incluso llegué a pensar que estabas enredado entre las sábanas… Al no sentirte, a tientas busqué el interruptor de la lámpara que estaba a mi lado; bonita sorpresa me llevé al percatarme de que la luz seguía prendida. La lámpara estaba caliente y me quemé sólo un poco las yemas de los dedos…

Desperté casi del todo y fue cuando me di cuenta de que una vez más me había quedado dormida mientras soñaba despierta… Acto seguido vi tu mensaje en el monitor: “Son las 6 am y te quedaste dormida…”

Entre éste mensaje y mi mano que poco a poco iba descubriendo las marcas de la “Q”, el “Bloq Mayús” la tecla de “Fn” y la “barra espaciadora” que se habían tatuado en mi mejilla izquierda una vez más; supe que en aquellas pocas horas de sueño, te había extrañado más de lo que había venido haciendo en todo este tiempo.

Make the best out of your dreams; they are the world where you are free...

martes, 26 de enero de 2010

Construyendo castillos en el aire


Después de tres tazas de café en la mañana, el agua fría de la regadera que al contacto con la piel, las gotas de agua semejan cristales, una llamada anunciando el evidente retraso, el insoportable tráfico de las 7.30 de la mañana; justo entre el primer cigarrillo culposo del día y el “Más por más” de la esquina de “colegio” y “paseos del pedregal”… Me di cuenta de que seguía viva.

O quizá no lo hice… seguí manejando mi auto standard sin percatarme de nada de lo que había a mi alrededor. El primer semáforo del día y el disco ya había llegado a su fin… replay, de todos modos aun no había escuchado las canciones que contenía.

Mientras estaba atascada en el tráfico decidí abrir el periodiquillo gratuito que me habían dado minutos antes…

Horóscopos… y a pesar de que me parece una estupidez en general, y más viniendo de un idiota que se dedica a escribir en este tipo de periódicos, puse mis ojos justo donde recitaba: TAURO.

Sin ánimos leí lo que aquel desconocido e ignorante redactor tenía que decirme:

“Una vez que se te mete algo en la cabeza, es casi imposible hacerte cambiar de opinión. Pecas de terquedad, sobre todo porque construyes castillos en el aire.”

“…sobre todo por que construyes castillos en el aire.” repetí para mis adentros una y otra vez, suponiendo que si lo hacía podría encontrar una especie de mensaje que debía descifrar.

¿Había subestimado quizá a aquel “ignorante redactor”? O tal vez simplemente había amanecido demasiado sensible como para encarar algunas situaciones.

Llevo noches sin dormir lo suficiente… Paso las madrugadas conviviendo con la brillante y molesta pantalla de la computadora, azotando las yemas de los dedos (que se sienten agotadas por la falta de sueño) contra el teclado, viendo ese rostro deformado a través de una cámara de poca calidad y en las pocas horas que consigo cerrar los ojos, logro apreciar aquel rostro antes deformado por la pantalla y es real, se puede tocar…

Estás demasiado lejos… Puedo seguir alimentándome de aquellas largas conversaciones de madrugada, de tu rostro pixeleado a través de la pantalla y de tu voz que poco se escucha debido a la interferencia que el maldito Internet genera.

¿Tu puedes hacerlo?

Yo puedo hacerlo…

Puedo pasar mis mañanas intentando despertar con 3 tazas de café por la mañana y sentir las gotas de agua de la regadera como cristales que se entierran en mi espalda…

Puedo continuar poniendo replay a los cd’s que se reproducen en el estéreo, mientras conduzco mi auto standard sin percatarme de nada.

Puedo seguir leyendo mi horóscopo en el “Más por más” de la esquina de “colegio” y “paseos del pedregal”, dudando si el redactor es un idiota o lo he juzgado demasiado pronto.

A fin de cuentas… “una vez que se me mete algo en la cabeza es casi imposible hacerme cambiar de opinión; peco de terquedad, sobre todo porque me dedico a construir castillos en el aire…”

domingo, 24 de enero de 2010

19 de Noviembre 2009




¿Cómo fue que llegamos a esto? Ojala el tiempo nunca nos hubiera comido el alma de la manera más vil en que lo hizo…

Fue mi decisión y fue la tuya, fueron tus errores y fueron los míos… Fue mi falta de experiencia y mi terrible imbecilidad… Fueron tus ojos, tus ojos fueron los que lo provocaron; y ahora… ahora no hay marcha atrás…

El aire me ha comido las uñas y ha dejado las puntas de mis dedos desnudas, con la carne roja aun viva a la vista… Hoy usaré aquellos guantes de gamuza que hace más de dos inviernos me trajiste de Nueva York… ¿O fue de Montreal? Ya no lo recuerdo, lo único que recuerdo es que era un lugar frío en donde los indigentes morían congelados debajo de algún puente o en un callejón abandonado; y los que aun tenían un poco de suerte robaban las chamarras de plástico que envolvían a los cadáveres y lo aprovechaban sólo para sobrevivir al invierno unas horas más.

Lo único bueno que podía traer el invierno, además de los costosos regalos para los niños ricos, era que los callejones y los puentes no despedían ese olor tan peculiar de la putrefacción, por que los cadáveres de los indigentes tardaban en descomponerse más tiempo del debido…

Mas a pesar de que todo lo bueno parecía cobijarse bajo la fina tela del invierno, mi cuerpo, mi corazón y mi mente si siguieron su proceso natural de descomposición, y con ello más tarde llegó la muerte de mis seres más queridos: mis sentimientos.

I hate christmas...

sábado, 23 de enero de 2010

Muerte cerebral temporal...


De pronto, a mitad de una fiesta que poco a poco se convertía en una orgía, un balde de vómito y terreno de caos, me sorprendí a mí misma sentada viendo hacia el horizonte, pretendiendo salir de aquella incómoda situación; sintiendo, imaginando que me desprendía de mi cuerpo y mi alma salía por mis ojos vidriosos en dirección a donde miraban…

No pude. Simplemente no pude salir de la cárcel de donde me encontraba y terminé confesándome frente a un espejo, que aunque tenía un cuerpo y una cara distinta, en esencia era lo mismo.

Después de un par de copas, unas cuantas cajetillas de cigarrillos más, una conversación basada en preguntas y respuestas indirectas y un par de lágrimas que tuve que tragarme por vanidad; terminé recostada sobre una cama maltrecha con mi propio reflejo a un lado… me miraba… me miraba y me hacía sentir miserable y cada vez más sola. Fue cuando lo supe y me vi obligada a besarme con poca pasión y mucha decepción atorada en el pecho, mi reflejo acariciaba mis entrañas pero nunca mi alma.

Me penetró con sus dedos primero, después vino su repugnante lengua; lloré… lloré en silencio por que sabía que no quería aquello, por que sabía que hacerle el amor a mi reflejo no serviría para embriagarme lo suficiente como para olvidar…

Cuando hubo terminado de inundarme con sus besos, supo que yo había estado cruelmente divagando en mis pensamientos al tiempo que hacía caso omiso de todo lo que había venido pasando durante un largo rato.

Ante todas las interrogantes que tenía bien posicionadas desfilando frente a mis ojos, sólo pude tomar una resolución, y aunque sabía que no había nada de embriagante en ello, decidí obligarme a tener una muerte cerebral temporal; sólo duraría unos minutos y después todo seria borroso, pero por lo menos mi alma habría dejado por unos instantes de luchar por salir de mi cuerpo.

A la mañana siguiente; entre el sol que se escabullía tímidamente por las persianas y la patética alarma de las ranas, lo supe: me había hecho el amor a mí misma, y no había nada de espectacular en ello...

My soul's still fighting...

You're painfully free...


Mi cuerpo requería ser abrazado, mi mano necesitaba ser tomada por una más grande que la resguardase del frío, y mis labios… mis labios gritaban con desesperación y reclamaban ser besados…

Mágicamente todo esto y más se concedió. Hasta mi corazón, que tantas veces me había encargado de proteger con una gruesa capa de acero, se calentó. Fue maravilloso mientras duró; pude sentir una vez más todas esas expresiones de la naturaleza caer sobre mi rostro casi completamente desnudo y vulnerable.Cuando regresé, había despertado del maravilloso sueño en el que me había sumergido dos semanas enteras. El despertar fue duro, doloroso y tenía un olor peculiar: hasta podría decirse que era como el de los cadáveres en descomposición. Mi cuerpo ahora más que nunca reclamaba sus besos y sus caricias, sus brazos rodeando mi cintura y sus ojos, esas hermosas palabras que decía sólo con la mirada simplemente se habían esfumado. ¿Fue acaso el sueño más largo de toda mi existencia? ¿Estuve realmente dormida por tanto tiempo?

Hoy lo liberé… Hoy liberé a mi prisionero de la celda de mi capricho desgarrador. Hoy, justo dos semanas después de haber despertado y vuelto a la realidad con ese olor tan peculiar a putrefacción y muerte, liberé a mi presa.

No se sentía tan bien verlo volar como un ave que ha estado en cautiverio por años. En la celda, finalmente quedaba un vacío sordo y crudo que ni yo misma con todas las fantasías que había construido a su alrededor, podía llenar.Era libre, era libre de volar lejos y jamás regresar; era libre también de quedarse, de abrazarme, besarme y hacerme suya, de amarme… y no…

There’s nothing bonding you and me… You’re painfully free…

Casi $1000 el viaje redondo...

En ocasiones nuestra forma de ver las cosas cambia repentinamente en cuanto salimos de la rutina.

Creo que eso es lo que me gusta de las vacaciones. No más escuela, no más exámenes y no más presiones por lidiar con el tráfico de las 6.30 de la mañana.La gran ciudad de México, junto con todos sus problemas como la falta de agua, las manifestaciones que son el pan nuestro de cada día y su intolerable tráfico en horas pico que finalmente abarcan casi todo el día; es hermosa, no por nada es la ciudad más grande del mundo y el lugar en donde se encuentran muchas de las personas a las que amo infinitamente.

Pero en ocasiones, ni la ciudad más grande del mundo contiene el remedio para la locura de la que muchas veces soy presa; y es entonces cuando corro por un boleto de camión directo a la hermosa Huasteca Potosina que me cuesta casi $1000 el viaje redondo. Nueve horas de camino en un autobús de lujo quizá no sean mejores que media hora de vuelo por InterJet, pero vaya que es linda la carretera…

El hecho de llegar y percibir el aroma que desprende un pueblo que no figura en el mapa, puede hacer valer la pena el viaje. Sus calles, su gente, sus paisajes, pero sobre todo, su cielo… Ese maravilloso cielo negro estrellado del que un día me enamoré y del que sigo y seguiré eternamente enamorada, es… es sencillamente indescriptible, no me alcanzarían las palabras.
Un amor que un día fue y quizá nunca más será, un beso, un abrazo, una lágrima quizá, el hermoso cielo que cobija cada uno de esos sueños, sabiendo que nada de eso durará. A fin de cuentas, sólo es un amor Huasteco; un amor por ese cielo que aunque está nublado, todavía se alcanzan a ver las estrellas, que aunque el cielo llore durante todo el día y la noche, siempre se tendrá la certeza de que al día siguiente saldrá el sol. Es un pueblo fantasma. Un pueblo que guarda muy dentro de sus viejas casas cada uno de los secretos que se quedan de los veranos y las navidades pasadas.

Y al llegar aquí, vuelta a la realidad. ¡Feliz año nuevo! y de regreso a la gran ciudad en la que la gente nunca se detiene a observar las estrellas; a fin de cuentas, siempre está demasiado contaminado como para poder apreciarlas.

¿Quiénes somos los amorosos al lado de los muertos?


"Por que los muertos además de estar quietos, están solos..." O al menos eso señala Arturo Pérez - Reverte en su libro Territorio Comanche...

Pero la pregunta es: ¿Quién está realmente solo además de los muertos?¿Aquellos que amamos a perpetuidad según Sabines?

Pero, a pesar de parecernos en ese sentido a los muertos y que la mayoría de la gente en nuestra sociedad se sienta más bien muerta que viva, nosotros tenemos una gran ventaja, o más bien, una pequeña diferencia llamada esperanza... Si, esperanza es lo que llevamos dentro, puesto que a pesar de ser nosotros lo amorosos, los que siempre hemos de buscar y no encontrar, los que siempre hemos de estar solos; somos nosotros, ¡¿Quién más?! los que caminamos por las calles, ¡Si! con las venas del cuello hinchadas como serpientes que nos asfixian a cada paso; pero siempre, siempre el paso siguiente, el otro, el otro, esperando encontrar, no sabemos, pero esperamos encontrarlo algún día.

La pregunta clave aquí es: ¿Encontraremos?Y después de tener una tediosa conversación conmigo misma, llegue a la conclusión de que si se tratase de Sabines hablando, nos diría que estamos destinados a buscar y jamás encontrar... ¿O eso lo dicen nuestros corazones?

Lo único que he de decir al respecto es que quizá sea mejor cazar fantasmas y que en la obscuridad, con nuestra cama flotando sobre un lago, abramos los ojos y nos caiga en ellos el espanto...Que aunque seamos locos, sólo locos a los que a veces les llega el olor a tierra recién nacida y a mujeres que duermen con la mano en el sexo complacidas; vacíos, pero vacíos de una a otra costilla; somos nosotros, los amorosos, los que a diferencia de los muertos, no podemos estar quietos, no sabemos, siempre nos movemos hacia alguna parte por que no sabemos estar solos; por que somos los insaciables, la hidra del cuento que siempre cantará entre labios una canción no aprendida, aquella canción que es el himno de aquellos que vivimos de día y que por siempre sabremos llorar la hermosa vida...

Análisis del comportamiento de un enamorado

Sientes que mueres lentamente, no puedes respirar, el maldito aire es sólo una ilusión; mas a pesar de que sigues vivo, sabes que hay un vacío, un fuego frío que quema tu alma por dentro... la desgarra a cada segundo. Y... ¿Duele? ja... ¡Claro que duele!

Eres desconfiado... no quieres que nadie te lastime. Utilizas bellas máscaras finamente talladas sobre porcelana y hoja de oro, frente a la gente para no ser aprisionado en la enorme telaraña de una sociedad superficial; sin embargo, eres más superficial que cualquier otra persona que hayas conocido...Puedes sentir toda clase de expresión de la naturaleza caer sobre ti. Lloverán espantos mezclados con gritos ensordecedores a tu alrededor, la luna te bañará la piel con luz y el viento te abrazará fuertemente a él, haciendo volar tus ideas al infinito... Eres un ser más sentimental que objetivo; no piensas, no razonas, sólo sientes, y crees que con eso será suficiente. Te equivocas. Los sentimientos pueden ser a tal punto, tan poderosos que siempre resultan autodestructivos.

Luego viene la confianza; crees que la has ganado, nunca la has tenido, mas sabes o pretendes saber cómo se siente. Comienzas a descubrir tu rostro y esa persona se admira al ver tanta realidad en el. Puedes sentirte la persona más afortunada en éste mundo, y cuando te das cuenta, sólo estas desnudo frente a millones de personas. No tienes nada que esconder, no hay nada que puedas hacer. Todos tus sentimientos, creencias y pensamientos flotan en el aire entorno tuyo. Ellos ríen, no se pueden contener; es entonces cuando te das cuenta: estás cayendo al vacío, completamente decepcionado de tí mismo. Caes hasta tocar fondo, esperando algún día poder salir de nuevo, jurando para tus adentros que jamás volverá a ocurrir algo como aquello.

Mostrarás tus máscaras bellamente talladas sobre porcelana y fina hoja de oro, sabiendo que tarde o temprano sentirás la luna, la lluvia, el viento y cada una de las cosas que te hace sentir libre, abrazándote bloqueando tu mente y dejando todos tus sentimientos a flor de piel; hasta el día en que vuelvas a dejar a esa persona apreciar toda la realidad de tu rostro, tu cuerpo, tu persona... Esperando, soñando, con el día en que encuentres la máscara más liviana, el sentimiento más hermoso, la confianza sin estigmas ni consecuencias, el amor mas sincero, recíproco y sin condiciones... y con ello, tu felicidad.
2007006

De tabaco, tintas y otras cosas

No hay placer más grande que... El de beber una buena taza de café y el sexo... Claro que cuando viene acompañado de un buen cigarrillo, todo resulta mucho más placentero...
¿Qué es lo que pasa cuando al hablar de amor, se hace una mezcla de ello con la poesía, el exquisito aroma del cafe, la música y el humo del cigarrillo que oculta las lágrimas que presionan con desesperación para salir de tus ojos?

Algo bello y terrible puede salir. Sale el recuerdo de un mal amor; la sensación agradable de haberlo superado... y no... Quizá la charla extendida con una amiga que te mira pretendiendo entender tu dolor desde el otro lado de la mesa. Y agradeces que por lo menos intente compartir ese sufrimiento; por que a fin de cuentas, es eso precisamente lo que hace al sentir tu dolor...
Y... si todo aquello que dijiste en una tarde de café y cigarrillos decides inmortalizarlo en un pedeazo de papel, es mejor que te acompañe un nuevo cigarrillo. Por que aquel será tu complice en una tarde de tintas, recuerdos y hojas a medio llenar.

Una vez que el amor se termina por consumir y parece no venir nada más que ese terrible y tan repudiado momento de reflexión y calma; no hay mejor compañero que: una libreta, una pluma, un buen café, los hermosos recuerdos de los momentos con los amigos y un buen tabaco; sin duda hace todo más liviano y soportable...

"Cuando escribía era cuando más fumaba.
Me recostaba en la cama con mi pluma,
mi libreta, mi cigarro y mi cencicero.
A lo largo de la vida, he escrito de muy diversas maneras,
pero sobre todo acostada y con un cigarro en la boca...
Siempre en la cama ocurre lo mejor de la vida:
el nacimiento, el amor, la escritura y la muerte."