Imaginé que morías y pensé en mí, en todos, pero sobre todo en mí.
Imaginé mi silencio.
Me imaginé imaginando que morías porque sólo así es más cómodo pensar en mi silencio.
Tu muerte es el mejor pretexto que he encontrado para escucharme respirar.
Imaginé que gritaba...
te veía
te lloraba
todo en silencio.