Y es que todo el mundo mata lo que ama. El cobarde con un beso, el valiente con una espada.

martes, 4 de diciembre de 2012

Prometo ir a despedirme el día que esté lista



Hoy ha pasado ya un año, y voltear atrás sigue siendo tan doloroso como ese domingo en la mañana que desperté con tu cara pegada a la mía; con los gritos de mi madre en el cuarto contiguo.

Me hablabas cosas que no entendía, te dije que seguías dormida... me tapé la cabeza con las cobijas para no escucharla a ella, ni escucharte a ti tratando de explicarme cosas que no quería saber.

Me senté a ver el mundo derrumbarse ante el silencio.

Todos dormían. Todos dormíamos excepto ella que gritaba en el cuarto de al lado. Excepto ella y todo el dolor que sentía… excepto yo que no entendía lo que pasaba afuera de las cobijas, donde había estado metida intentando no respirar muy fuerte.

Todos dormían [duermen] excepto yo que me levanto por las noches pensando en aquel hombre... en ese hombre del que por desgracia no sabemos nada… pensando en la historia, en la historia del final de ese hombre que no tiene explicación.

La historia de un domingo en la mañana donde todo lo que existía eran los gritos de mi madre en ese cuarto y la muerte terrible de un hombre de quien nunca supimos su final.

Todos dormían [duermen] excepto mi madre que no ha vuelto a sonreír igual, mi padre que la ha visto llorar por las noches mientras tú, que finges dormir, te levantas y me miras esperando la hora en que tengas que pegar tu cara a la mía para darme la noticia de nuevo. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

A veces creo que eres casi normal

En diciembre del 2010 envié un texto a un correo electrónico que llegó a mis manos por casualidad.

Hoy.. después de casi dos años, lo publicaron.

A veces creo que eres casi normal

jueves, 26 de abril de 2012




LA APUESTA ESTÁ SOBRE LA MESA.






miércoles, 28 de marzo de 2012

Que la bomba va a estallar y nadie se quita



Pensar que las personas te deben un poco de respeto solo por tratarse de ti. Que todos somos como bombas que estallarán en la cara del otro, en cualquier momento.


Sentir que cada segundo de tu vida, en lugar de ser indispensable se vuelve inevitable.


Saber que todo es, como la realidad lo dicta y no.


Que a veces hace demasiado calor en esta jungla de asfalto y que estás atrapado entre el cielo y el pavimento, con una nube de pensamientos cubriendo tu cabeza.


La bomba estallará, estallará en cualquier momento


Odiar que la gente crea que puede hacerte pendejo.


Sentir cómo se quiebra algo dentro de tu pecho… y luchar…


…y rezar con cada gota de sangre atea que corre por tus venas, por tener la fuerza suficiente para levantar todos los pedazos del piso y resistir el siguiente golpe.


Sentir los huevos encogidos de las personas cuando se paran frente a ti y no saben qué decir.


La bomba estallará, estallará en cualquier momento


No saber cómo despertar sin rabia atorada entre los dientes, todos los días
no distinguir los sueños de la realidad,
no saber qué es mejor.


Guiarse por las ambigüedades.


Creer y dejar de creer.



Todo al mismo tiempo.






Leer cartas para iniciar el día y que nada, desde ese momento en adelante, tenga sentido.

martes, 31 de enero de 2012


UNO nunca sabe cómo se siente el mundo, hasta que el mundo se lo traga a UNO entero.