Y es que todo el mundo mata lo que ama. El cobarde con un beso, el valiente con una espada.

domingo, 18 de abril de 2010

Io sono, tu sei, lui è


En la calle llueve,

alguien le prendió fuego a la sala.


Hoy jugamos a ser John y Yoko;

él pierde la mirada en el televisor,

le beso los labios,

él besa mis pies.


Hacemos el amor hoy,

mañana,

quizá pasado…

Ayer también.

Ella se acerca temblorosa,

me pregunta si la danza es su vocación;

yo, en secreto opino que lo es.


La hago hablarme de ello,

yo sigo sin decir nada;

pasa el tiempo y…

sin darse cuenta…

ella encuentra la respuesta.



¿Qué tanto es demasiado?

Cuando dices poco,

¿Poco es nada,

o es suficiente?

Suficiente…

NUNCA demasiado.


[Todo es poco, cuando poco termina siendo suficiente sin ser demasiado.]



El libreto está completo,

los niños ya no tienen miedo;

el salvador no expió ningún pecado,

el escenario lo resucitó.


Hoy…

Uno NO se tira al suelo

buscando la ceniza todavía encendida,

para volver a encender su cigarrillo.


Hoy, YO enciendo 15 ci-ga-rri-llos,

todos al mismo tiempo.


Hoy me inclino sobre el suelo,

beso la tierra con mis labios terribles

y no grito…



Hoy...

hoy soy leproso.

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