Y es que todo el mundo mata lo que ama. El cobarde con un beso, el valiente con una espada.

jueves, 6 de mayo de 2010

I am the son, Im the heir…


El hombre frente a mí me mira de manera retadora.

Yo sigo aquí sentada con cara de aburrimiento escuchando The more you ignore me de los Smiths, pensando que quizá pronto se desesperará y se irá.

Sigue mirándome.

Me molesta su sonrisa deforme, y el olor a semen seco que se desprende de su costoso traje comienza a marearme.

[Hoy desperté pensando en ti.]

Cuando me metí a la regadera y me di cuenta de que no había agua caliente, supe que me gustaría despertar y verte dormir a mi lado mientras hago esfuerzos sobrenaturales al levantarme para que no despiertes.

Aquel hombre sigue mirándome sin decir nada.

No parpadea…

Te doy un beso en la mejilla o en la frente.

Te despiertas un poco, y en el punto en el que ambos no sabemos si estas dormido o despierto, me dices que me amas.

Salgo de la habitación… salgo de la casa.

Sigo sentada escuchando a los Smiths, sin cambiar de posición, ni expresión facial.

Él se remueve en el asiento, parece que va a decir algo; se aclara la garganta, se desajusta un poco la corbata, me mira fijamente y dice:

Vuelvo a entrar a la casa, olvidé las llaves del auto.

Oigo tu respiración profunda escaleras arriba…

Me gusta escucharte dormir

Subo las escaleras de dos en dos. Entro en la habitación beso tus labios esta vez.

Amo ver tu rostro tan cerca del mío.

Salgo de la casa; dos casas al lado alguien escucha Bigmouth strikes again.

Subo al auto.

{El auto no enciende.}

Dice el hombre.

Se quita el saco, se levanta… se va.

… Just like everybody else does…

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