Y es que todo el mundo mata lo que ama. El cobarde con un beso, el valiente con una espada.

martes, 9 de febrero de 2010

¿En qué momento dejaste de sentir a los gusanos?


[...pero en el teatro de éste mundo unos viven rumiando y farfullando su muerte...]

Cuando sientes los gusanos trepar por tus piernas hasta tu abdomen, cada uno situándose en un lugar específico de tu cuerpo desnudo y gris, para poder iniciar el banquete que llevaban tanto tiempo esperando...

No duele, sólo logras sentir un cosquilleo rodear tu cuerpo, que después de varios minutos comienza a ser molesto. Empiezas a desesperarte, pero sólo un poco... Y es justo en el momento en el que buscas la manera de quitarte esa sensación del cuerpo con las uñas, que descubres que tus piernas han sido atadas, y tus uñas arrancadas...

No te impresiona demasiado la situación, sabes que algo así ya había ocurrido antes... ¿O lo soñaste?

[... mientras otros muertos en silencio viven...]

Todo está en penumbra y no consigues distinguir si tus ojos están abiertos o cerrados; intentas parpadear... es inútil... no sientes nada más que los malditos gusanos, que para éste momento ya comienzan a agotar tu paciencia...

Es extraño que no duela, ya que si pudieras ver cómo los gusanos han logrado romper tu piel para seguir comiendo tus músculos y después tus víceras, sin duda te parecería en extremo doloroso.

Piensas que quizá estés muriendo y que posiblemente te hayan enterrado vivo por error... Es entonces cuando notas que no logras recordar nada de lo ocurrido antes de encontrarte a ti mismo hundido en el hoyo en donde te encuentras actualmente...

¿En qué momento dejaste de sentir a los gusanos?

[...más vale estar muerto que vivo...]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que empiezen las apuestas...