Corría lo más rápido que podía a través de aquel oscuro corredor…
¿De quién huía?
Oí un disparo a lo lejos…
¿De quién huía?
Oí gritos detrás de mí…
¿De quién huía?
Oí pisadas que seguían las mías…
¿De quién huía?
Oí que me llamabas mientras ambos corríamos…
¿De quién huía?
Oí que gritabas mi nombre lo más fuerte que podías…
¿De quién huía?
De pronto me paré en seco cuando sentí que me tomabas del brazo… Al principio no reconocí tu rostro entre la penumbra, tenías amoratado el ojo derecho y el labio partido; de tu nariz salía sangre…
Besé tu labio que sabía a sangre, que escurría de tu nariz, y a fierro…
Te mire a los ojos, y justo en el momento en que vi tu boca querer pronunciar palabra, eché a correr de nuevo…
Keep on running...
This city´s made us crazy and we must get out...
ResponderEliminarTe compartiré algo que me hiciste pensar y recordar mientras leía; aquellos recuerdos están plasmados aquí, pero quizá te sea complicado encontrarlos, son recuerdos algo antiguos para mí, puesto que datan de unos 7 años atrás y son de ésas cosas que me acercaron un poco más a aquello q hoy es lo más valioso que tengo... Y sabes? Es de ésas cosas de las q no me arrepiento, ni me arrepentiré nunca... haber sido la única en llegar, fue de las mejores decisiones de mi vida...
ResponderEliminarEmpecé planteándome el conflicto entre 'Correr o sólo caminar'... Y en medio de recuerdos, volví a entender que no sólo se trata de recorrer un espacio, acortar distancias o huir de un 'algo'... El correr se puede volver hasta un sustantivo... que hueles, bebes y que incluso podrías tocar... Decidirte a correr es lo difícil... Ya una vez q inicias es liberador, es catársis... agotador, pero maravilloso... Y creo que, una razón importante al correr no siempre tiene que ver con la razón por la que corras, no implica si huyes o si te apresuras para llegar... Una de las maravillas reside en saber que corres de la mano con alguien o que un alguien va detrás de ti, no siempre a la par, pero que te sigue con un propósito... Alcanzarte... Alcanzarte y no permitirte perderte... Y que si en dado caso te pierdes... No te pierdas sola...
Así que... Ya sabes... Si algún día decides correr... Espero llevar tenis ese día...
Muy Sabio consejo, estoy completamente de acuerdo, ves como conluimos siempre casi lo mismo, anteriormente no importaba ¿por que apostabas?, ¿que apostabas?, ¿que juego tenias?, si perdias o ganabas, lo importante era el juego, y ahora no importa ¿por que corres?, ¿de que huyes?, creo que tampoco importa si corres o caminas, lo importante es llegar, cada uno tiene su ritmo.
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