El ser humano es agotador…
Uno se pone a leer documentos que no le interesan el sábado por la mañana.
Sostiene conversaciones con gente que literalmente LE CAGA LAS BOLAS, sólo por cortesía…
En la televisión hay más de 100 canales y no hay uno sólo que quite la pesadez que producen un par de mamadas en la madrugada.
Uno se sienta cómodamente en el sofá después de un largo y tedioso día de trabajo, mientras el estúpido perro tiene una expresión de “tengo mierda atorada en el culo”, que no puede con ella.
I hate this shit…
Uno saca a pasear al perro casi a la una de la mañana, para que si alguien lo quiere asaltar, lo haga más rápido y alrededor no haya gente que lo mire con cara de: “pobre pendejo, ahora si se lo cargó la chingada...”
Regresa a casa después de haber recogido 10 mierdas del piso con el guante que improvisó con una bolsa de plástico para su mano. Se detiene a pensar si es una buena idea tomarse una cerveza más antes de irse a acostar.
Antes de que pueda decidirlo suena el teléfono. Un maldito neurótico le anuncia que mañana, que es domingo, tiene que llegar a la oficina a las 7 de la mañana…
Uno mira a su perro que ya se ha echado a dormir junto al sofá, mientras escucha la respiración agitada de aquel imbécil por el teléfono…
{Lo siento, no podré asistir. Mañana debo ir a misa… mi perro murió…}
Cuelga.
Uno se pone a leer documentos que no le interesan el sábado por la mañana.
Sostiene conversaciones con gente que literalmente LE CAGA LAS BOLAS, sólo por cortesía…
En la televisión hay más de 100 canales y no hay uno sólo que quite la pesadez que producen un par de mamadas en la madrugada.
Uno se sienta cómodamente en el sofá después de un largo y tedioso día de trabajo, mientras el estúpido perro tiene una expresión de “tengo mierda atorada en el culo”, que no puede con ella.
I hate this shit…
Uno saca a pasear al perro casi a la una de la mañana, para que si alguien lo quiere asaltar, lo haga más rápido y alrededor no haya gente que lo mire con cara de: “pobre pendejo, ahora si se lo cargó la chingada...”
Regresa a casa después de haber recogido 10 mierdas del piso con el guante que improvisó con una bolsa de plástico para su mano. Se detiene a pensar si es una buena idea tomarse una cerveza más antes de irse a acostar.
Antes de que pueda decidirlo suena el teléfono. Un maldito neurótico le anuncia que mañana, que es domingo, tiene que llegar a la oficina a las 7 de la mañana…
Uno mira a su perro que ya se ha echado a dormir junto al sofá, mientras escucha la respiración agitada de aquel imbécil por el teléfono…
{Lo siento, no podré asistir. Mañana debo ir a misa… mi perro murió…}
Cuelga.
Buena excusa aunque algo cruel :P
ResponderEliminarSaludos
Me gusta este escrito!
ResponderEliminarRaziel Eterno